El Palacio del Pharo, con su arquitectura imperial y su vista impresionante sobre el Mediterráneo, es mucho más que un simple edificio. Este lugar emblemático de Marsella es un testimonio vivo de la historia, un sitio donde se entrelazan los relatos de un pasado imperial y avances médicos significativos. ¡Sígueme para descubrir esta joya histórica en todas sus facetas!
Una residencia imperial con encanto atemporal
Construido para Napoleón III, el Palacio del Pharo se erige orgullosamente frente al mar. Su nombre proviene de la colina “farot”, que en el siglo XIV servía de vigía para los navegantes. La ciudad de Marsella ofreció este terreno al emperador con la esperanza de convertirlo en una residencia suntuosa junto al agua. Hector Lefuel, famoso arquitecto conocido por haber restaurado el Louvre y las Nuevas Tullerías, fue encargado de diseñar el edificio, inspirándose en los estilos arquitectónicos del pasado.
Pero, ironía del destino, Napoleón III nunca se instalará en el Pharo. A su muerte en 1873, la emperatriz Eugenia cede el palacio a la ciudad, abriendo así el camino a un uso más público y médico.
La historia médica: de la escuela colonial al centro de medicina tropical
Desde 1904, el Pharo se transforma en una escuela de aplicación militar para formar médicos y técnicos de las tropas coloniales. Este centro de medicina tropical, único en su género, formará generaciones de profesionales destinados a curar en condiciones tropicales. Hasta 2013, más de 8000 médicos se formarán aquí, haciendo del Pharo un lugar de aprendizaje respetado en el campo de la medicina tropical.
Entre las figuras destacadas, se encuentran nombres inscritos en la toponimia de la ciudad: la avenida Louis Pasteur, el parque Émile Duclaux y muchos otros. Cada calle alrededor del palacio homenajea a aquellos que han dejado su huella en el ámbito médico. Émile Duclaux, quien sucedió a Pasteur al frente del Instituto Pasteur, encarna este fuerte vínculo entre la ciencia y el Pharo.
Los pioneros de la medicina tropical
El Dr. Paul-Louis Simond, reconocido por haber identificado el rol de la pulga de la rata en la transmisión de la peste, es uno de los profesores que marcaron la historia de la escuela. Eugène Jamot, médico militar, se especializó aquí antes de luchar eficazmente contra la enfermedad del sueño en África.
Este patrimonio médico se manifiesta también a través de edificios aún visibles hoy en día, como la fachada del antiguo instituto Pasteur, que recuerda que Marsella albergó el primer instituto antirrábico de la provincia.
El Palacio del Pharo hoy en día
Hoy en día, el Palacio del Pharo es mucho más que un monumento histórico. En 2015, Aix-Marseille Université (AMU) invierte una parte de sus edificios para instalar varias direcciones centrales. Con sus 7000 m² de espacios para congresos, el palacio acoge eventos de gran envergadura, atrayendo investigadores, expertos y visitantes de todo el mundo.
El parque Émile Duclaux, que rodea el palacio, es un lugar muy apreciado por los marselleses. Desde 2013, se puede encontrar la impresionante obra “Desorden” de Bernar Venet, una instalación de 84 arcos monumentales que contrasta con el paisaje histórico del sitio, añadiendo un toque de arte contemporáneo a este lugar emblemático.
Información práctica para visitar el Palacio del Pharo
- Dirección: 58 Boulevard Charles Livon, 13007 Marsella
- Tarifas: Entrada gratuita
- Horarios de apertura:
- Lunes a Domingo: Abierto todos los días
El Palacio del Pharo te invita a sumergirte en la fascinante historia de Marsella, entre el legado imperial, los avances médicos y el arte moderno. Entonces, ¿estás listo para descubrir este lugar imprescindible?