El mercado de pescado del Viejo Puerto de Marsella, conocido en su día como Criée, es una verdadera institución local. Cada mañana, numerosos pescadores vienen a ofrecer productos del mar recién pescados, brindando así a los habitantes y visitantes la oportunidad de descubrir la autenticidad de la pesca marsellesa. Esta experiencia inmersiva permite sumergirse en el ambiente vivo y colorido del puerto mientras se admira la belleza de los peces y otros frutos del mar que allí se encuentran.
Un lugar emblemático
El mercado de pescado se encuentra en el muelle de la Fraternidad, cerca de las célebres sombrillas diseñadas por el arquitecto Norman Foster. Este mercado está abierto todos los días, generalmente de 8 a 13 horas, y es el lugar de encuentro privilegiado para los amantes de los mariscos y el pescado fresco. Al pasear por los puestos, tendrás la oportunidad de admirar una increíble diversidad de productos que van desde la dorada hasta las sardinas, pasando por el caballa y la lotta.
Tradición e historia
La tradición de este mercado data de décadas, incluso siglos, cuando los pescadores venían a vender sus capturas directamente en el puerto. Inicialmente, el mercado estaba ubicado en el muelle de Rive Neuve, en las naves que ahora se han transformado en teatro. A lo largo de los años, el mercado ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios urbanos, mientras preserva su carácter tradicional.
Productos destacados
Entre los productos más buscados en el mercado, el Ojo de Santa Lucía llama particularmente la atención. Este molusco con un diseño único es valorado por sus propiedades estéticas y simbólicas. Apodado ojo de Venus, se utiliza a menudo como pendiente o joya. Los pescadores también ofrecen una verdadera gama de peces, permitiendo así a los chefs locales y cocineros aficionados elaborar platos típicos de la región, como la bullabesa.
Accesibilidad y ambiente
Accesible fácilmente gracias al transporte público, como la línea M1 del metro, el mercado de pescado es también una atracción imperdible para cualquiera que desee sentir la atmósfera auténtica de Marsella. El olor del pescado fresco y los gritos de los vendedores crean un ambiente animado, casi festivo. Los visitantes pueden mezclarse con los lugareños, intercambiar algunas palabras y descubrir los productos del mar en un ambiente cálido y acogedor.
Las ventajas de ir
Visitar este mercado permite no solo comprar productos frescos, sino también aprender sobre la pesca local y las prácticas sostenibles. Los pescadores suelen estar dispuestos a compartir consejos y recetas, enriqueciendo así la experiencia de los compradores. Este mercado también es un lugar perfecto para fotografiar la vida marina, atraer a los amantes de la cocina amiga de los productos locales y crear recuerdos memorables.