El Ayuntamiento de Marsella, una joya situada en el muelle del puerto, ofrece mucho más que una simple vista al mar Mediterráneo. Protegido de los vientos por las colinas del Panier y con la basílica de Notre-Dame de la Garde de fondo, este monumento histórico es el reflejo de siglos de historia marsellesa. Su ubicación lo convierte en un punto central, un cruce para los marselleses y los turistas curiosos por descubrir la ciudad de otra manera.
Una historia medieval fascinante
En la Edad Media, fue la Cofradía del Espíritu Santo la que, por primera vez, estableció el poder municipal en Marsella. Esta organización influyente, formada por notables, erigió la primera Casa de la Ciudad en el siglo XIII. Este lugar fue el escenario de numerosas decisiones políticas, y en el siglo XV, se convirtió en el « Palacio Comunal », marcando el inicio de una gestión compartida entre los mercaderes y los cónsules de la ciudad.
En 1653, se abre una nueva era con la construcción del actual Ayuntamiento. Bajo Luis XIV, los arquitectos Gaspard Puget y Mathieu Portal diseñan un edificio inspirado en el arte barroco provenzal. Este edificio se vuelve funcional en 1673, y su encanto de antaño sigue siendo palpable hoy en día.
Una obra maestra arquitectónica inspirada en Génova
La fachada barroca del Ayuntamiento es una obra de arte en sí misma. Con sus dos pabellones simétricos, su frontón triangular y sus pilastras con hojas de acanto, captura la esencia de los monumentos genoveses. A cada lado, los pabellones Puget y Bargemon están conectados por un puente de piedra construido entre 1782 y 1786, que le da un aire majestuoso al conjunto.
En la cima, se puede ver un busto de Luis XIV, un guiño a la época en que Marsella era un punto estratégico para la marina real. Esta estatua da frente al antiguo Arsenal de Galeras, subrayando la autoridad del rey sobre la ciudad que anteriormente fue rebelde.
Una transformación contemporánea y armoniosa
El Ayuntamiento ha evolucionado continuamente. Entre 1999 y 2006, el arquitecto Franck Hammoutène moderniza y amplía el espacio con un pórtico de 20,000 m². Esta remodelación crea una plaza espaciosa y destaca el Hôtel Dieu, permitiendo una vista espectacular de esta parte histórica de Marsella. Durante la noche, la iluminación sutil de los edificios ofrece una atmósfera mágica que merece la pena visitar.
El Pabellón Bargemon también ha sido ampliado para incluir salas de reuniones y un espacio para los Consejeros Municipales, aportando una nueva dimensión funcional a este edificio histórico.
Un lugar de vida, cultura y eventos
Alrededor del Ayuntamiento, el ambiente es vibrante, especialmente con la reducción de la circulación que ofrece a los peatones un espacio más acogedor. La Plaza Jules Verne con su aparcamiento subterráneo de 570 plazas hace la visita más accesible, y los olivos gigantes en macetas que bordean la explanada recuerdan las raíces provenzales de la ciudad.
El ayuntamiento se transforma regularmente en escena cultural. Cada año, la Fiesta de la Música reúne a los amantes de la música de la ciudad, quienes disfrutan de los conciertos al aire libre ofrecidos por la Ópera de Marsella. Las Días Europeos del Patrimonio atraen a los visitantes, curiosos por descubrir los secretos de este emblemático edificio.
Una visita imprescindible durante su paso por Marsella
Ya sea que te apasione la historia, la arquitectura o simplemente busques un bonito paseo en el corazón de Marsella, el Ayuntamiento es un imprescindible. Disfruta de los pequeños restaurantes cercanos y admira las estatuas de Pythéas y Euthymènes, los grandes navegantes marselleses de la antigüedad, mientras te empapas del ambiente único de este lugar cargado de historia.