¡Marsella no solo es la ciudad más antigua de Francia, también es un verdadero faro de historia en el Mediterráneo! Desde su fundación mítica, se ha reinventado a lo largo de los siglos para convertirse en la vibrante metrópoli que conocemos hoy en día. Viaja en el tiempo con nosotros, desde la llegada de los griegos hasta los grandes proyectos urbanos de hoy.
La fundación mítica de la ciudad fócea
En 600 a.C., una expedición griega proveniente de Focea, una pequeña ciudad jónica, desembarca en las costas provenzales. Protis, un joven navegante griego, se enamora de este encantador lugar, rodeado de colinas. Pero eso no es todo: también se enamora de Gyptis, la hija de un jefe local, sellando así la alianza entre los griegos y los ligures. Marsella nace bajo el signo del amor y del intercambio cultural, una verdadera puerta abierta al mundo.
Los siglos de inestabilidad (siglos V – VIII)
A lo largo de los siglos, Marsella sufre periodos de oscuridad marcados por invasiones, saqueos e incluso epidemias. Entre los siglos V y VIII, la ciudad atraviesa momentos difíciles. No es sino hasta el siglo XI que comienza una renacimiento gracias a un auge religioso en torno a la Abadía de Saint-Victor. La abadía se convierte en un centro espiritual importante, atrayendo fieles de toda la región.
El auge de la República mercantil (siglos XII – XVI)
Durante los siglos siguientes, Marsella se desarrolla gracias a una oligarquía mercantil influyente. Con el aumento de la población y la actividad comercial, la ciudad prospera. Pero esta independencia despierta la codicia de los reyes de Francia. En el siglo XVI, Francisco I ordena la construcción de la Torre de San Juan, mientras que Luis XIV ordena la edificación de los fuertes de San Juan y San Nicolás para controlar a la población marsellesa, a menudo rebelde.
La peste de 1720: un drama significativo
Al inicio del siglo XVIII, una epidemia de peste arrasa Marsella, llevándose casi 35,000 vidas. Este duro golpe no impide que la ciudad se recupere con fuerza y se embarque en grandes proyectos de construcción, entre ellos la famosa Canebière. Este eje central se convierte en el símbolo de la renacimiento económica y del dinamismo de la ciudad.
La edad de oro de la Canebière y de la expansión (siglo XIX)
El siglo XIX marca una nueva edad de oro para Marsella. El puerto se convierte en un cruce mundial, atrayendo viajeros y mercancías de todos los rincones. La Canebière, por su parte, se anima con cafés elegantes, hoteles de lujo y boutiques prestigiosas, mientras la ciudad se equipa con nuevas infraestructuras. El tranvía hace su aparición, conectando los barrios en expansión.
Una ciudad en constante evolución
En el siglo XX, Marsella continúa desarrollándose, a pesar de las pruebas de la Segunda Guerra Mundial y las crisis económicas. El puerto, antaño floreciente, pierde su esplendor, pero la ciudad se adapta y se orienta hacia nuevos sectores. Hoy en día, es el corazón de la Comunidad Urbana de Marsella Provenza Métropole, que reúne a 18 municipios en torno a un proyecto común de modernización y proyección internacional.
Marsella hoy: un futuro prometedor
Con un legado tan rico, Marsella no deja de reinventarse. La rehabilitación del Vieux-Port, la construcción del Mucem y el auge de Euromed demuestran su voluntad de abrirse al mundo. Cada vez más, la ciudad atrae a turistas, inversores y amantes de la historia. Marsella se presenta como un lugar de encuentros, diversidad cultural y dynamismo económico, un puente entre el pasado glorioso y un futuro lleno de promesas.
